lunes, 18 de noviembre de 2013

CGT - INFORMA: EMPLEO, PRECARIO, PARA casi TODOS.

A muchos de los nuevos compañeros que han ido entrando en los últimos meses, les debe resultar cuando menos sorprendente el compadreo que hay en Ford entre los dos sindicatos mayoritarios y la Dirección. Algunos incluso no se podrían creer que la misma empresa los reuniera en una sala para presentarles a los representantes de su Gerencia Sindical y que éstos les ofrecieran el carné de afiliado antes de empezar a trabajar.
Pero a pesar de lo que vemos a diario, ni todos los sindicatos tenemos tan buen rollo ni hemos entrado en ese juego. A otros delegados los tenéis en la cadena, codo con codo. Incluso hay quienes hemos sufrido la discriminación y la represión, con las sanciones o el despido de varios de nuestros delegados por estar siempre al lado de los trabajadores en defensa de sus derechos. Ford ha querido dejar siempre muy claro el tipo de sindicatos que prefiere. Y ha sido gracias al sindicalismo practicado por estos chicos que os reciben junto al jefe, cómo en esta fábrica hemos perdido prácticamente todos los derechos conquistados en treinta años de convenios y luchas.
Las últimas renuncias las sufrimos con la “negociación” (negociación: expresión coloquial utilizada en Ford por los delegados de dicha Gerencia Sindical para referirse a claudicación) del Acuerdo de Competitividad 2014-2018, en el que la Empresa ha conseguido desregularizar nuestra jornada laboral, implantar la bolsa de horas, eliminar los comedores, limitar la generación de quinquenios y establecer una doble escala salarial para que los nuevos compañeros cobren un 40% menos.
Pero si la mayoría de trabajadores creía que UGT y CCOO ya habían rebasado todas las líneas rojas en la cesión de derechos laborales y salariales de esta plantilla con la firma del Acuerdo de Competitividad, el pasado martes nos volvieron a “regalar” la firma de un nuevo acuerdo entre la Dirección de Empresa y su Gerencia Sindical.
Un acuerdo en el que se ha “negociado” un calendario laboral hecho a medida de la empresa, en el que nuestra vida social y familiar, como siempre, ha quedado supeditada a los intereses del amo y en el que tendremos vacaciones hasta el 20 de enero, cuando la mayoría de nuestros familiares estarán trabajando o en el colegio, y uno de nuestros días de vacaciones individuales se pondrá a disposición de la empresa pasándolo a colectivo.
Por si esto no fuera bastante, UGT y CCOO, después de decir hace poco más de un mes en sus hojas informativas que aceptarían sábados de producción siempre que se basen en el principio de voluntariedad…, ahora se olvidan de esos compromisos, “donde dije digo, digo Diego”, y firman un acuerdo con la empresa que incluye lo que hasta hace poco seria impensable, obligar a la plantilla a realizar horas extraordinarias en dos sábados de producción a tres turnos (mañana, tarde y noche). Aunque disimulan la obligatoriedad con lo de “garantizar”.
Sí, hasta ese punto hemos llegado en esta fábrica, ahora ya no es la empresa, ni la Reforma Laboral, ni Franco, ni el Sursuncorda. Ahora son CCOO y UGT los que obligan a los trabajadores a hacer horas extraordinarias. ¡Vivir para ver!
Lo peor de todo es que encima toman a los trabajadores por tontos, e intentan justificar esta nueva tropelía escudándose en “el empleo”. Si de verdad les preocupara el empleo, habrían pensado en los seis millones de parados. ¿No han caído en la cuenta de que cada sábado extra significa renunciar a 100 contratos de tres meses? ¿Han podido olvidar UGT y CC.OO. que hasta el año 2004 estaban proponiendo la semana de 35 horas para combatir el desempleo?