martes, 11 de octubre de 2011

CARTA AL PRESIDENTE DE FORD ESPAÑA

12 de septiembre, 2011

Presidente Ford España
MADRID


C/C:

Presidente Ford Motor Company
Presidente Ford Europa
Director Fabricación Ford Almussafes


Señor Machado:

Hace unos días me fue entregada una amable carta suya, junto a un diploma conmemorativo, con ocasión de mis 35 años en la compañía. Le agradezco sinceramente su felicitación y el reconocimiento por mi trabajo y colaboración con la empresa durante todo este tiempo.

Lamentablemente no puedo sentirme plenamente identificado con esta compañía, de la que usted es el máximo responsable en España, por la política tan nefasta de relaciones laborales que aplica desde hace años. No creo descubrirle nada (porque ya se le ha informado en otras ocasiones de esta situación) si le comento brevemente el motivo por el que no me puedo sentir orgulloso de llevar desde 1976 el anagrama de Ford en mi ropa de trabajo.

Cuando un colectivo de trabajadores, tan eficientes y profesionales como los demás, somos sistemáticamente discriminados por razón de ideas, afiliación sindical o cualquier otro arbitrario criterio, resulta difícil entender los mensajes de la dirección de la Compañía sobre esfuerzo compartido, planes de diversidad, trabajo en equipo y otras políticas que, contrastadas con la cruda realidad, muchas veces parecen meras campañas publicitarias.

Que en pleno siglo XXI se siga marginando a un empleado por sus ideas o amistades, cuando los propios mandos reconocen la valía y la dedicación de ese trabajador, es una pésima imagen para una empresa que tanto dinero gasta en demostrar que es moderna y tolerante. Tampoco es entendible que el parentesco con directivos (de la empresa o de su sindicato favorito) sea un criterio de mayor peso que la preparación, la experiencia o los conocimientos a la hora de optar a un contrato de trabajo o a un ascenso de categoría en Ford Valencia; desconozco si esta política es general en toda la Compañía.

Como usted sabe la libertad sindical es un derecho constitucional en España, lo que en la práctica debería significar que también en Ford Almussafes cada trabajador es libre de sindicarse en la organización que prefiera, o de no hacerlo en ninguna, sin que esa decisión personal suponga hacerse acreedor a ningún tipo de castigo o marginación. En el caso concreto de la CGT -el sindicato al que yo pertenezco por decisión propia- su historia arranca del siglo XIX, y desde entonces el anarcosindicalismo ha tenido un protagonismo destacado en la transformación social de este país.

En la etapa actual, nuestro sindicato fue legalizado en 1977, muy poco después de que se inaugurara la fábrica de Ford en Valencia, por lo que sus afiliados no deberían sufrir discriminación alguna, siempre que demuestren su responsabilidad y eficacia en el trabajo que se les asigna, valores que me consta han sido reiteradamente reconocidos por la dirección como patrimonio del conjunto de la plantilla… lo que incluye también a los cientos y cientos de trabajadores que a lo largo de estos 35 años han estado en CGT porque así lo han decidido ellos; no los directivos, cuya responsabilidad es que la fabrica produzca buenos automóviles y se respeten todos los derechos de los que hacen posible esa valiosa producción.

Para acabar, y no robarle su valioso tiempo, no quisiera despedirme de usted sin recordar los injustos y dolorosos casos de los despidos de varios delegados de nuestro sindicato, el último de ellos el de la propia secretaria general de la Sección Sindical de CGT-Ford, Francisca Cuesta. Ni que decir tiene que “oficialmente” no se les despidió por ser de la CGT: siempre se pueden inventar causas legales y, a posteriori, encontrar y preparar testigos para “demostrar” que esas faltas inventadas existieron.

El que todos los testigos por parte de la empresa en estos juicios hayan sido posteriormente premiados con traslados a puestos mejores, ascensos y realización de muchas horas extras vendría a confirmar que lo de Ford Valencia contra CGT es una campaña clara y constante de persecución y discriminación sindical. De hecho, como ya sabe usted, hay una sentencia condenatoria contra Ford por discriminación a los afiliados de CGT, tanto en las promociones de categorías como a la hora de ser incluidos en los ERE.

Esperando poder llegar al final de mi vida laboral en esta empresa, puesto que mis ideas no son incompatibles con mi trabajo, reciba un cordial saludo.


Empleado nº 14600576

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