lunes, 10 de octubre de 2011

LOS COMPAÑEROS OPINAN

Camino a la autodestrucción
Durante la juventud muchos no dejan de soñar con un futuro mejor, pero todo, no está en sus manos. Así mismo intentan progresar, aunque más de una piedra o bulto similar les bloqueen el camino. “Avanzar” dentro de la Factoría de Almussafes es más que una utopía, es imposible. Aunque pensándolo bien, si eres hijo de un mando o de uno de los “hipotecados”, llamémosles así por su grado de fidelidad tanto a su sindicato como a la propia empresa, te puede tocar la lotería y lo más deprimente compañero, es que no tienes por qué comprar un cupón. 
Dos planos paralelos, y a su vez desiguales, intrínseco y extrínseco, situación real y situación “oficial”, son diferentes realidades, que cuando se encuentran cara a cara hacen que el resultado sea convulsivo, atroz y despiadado. Toda esto da lugar a la desesperación y nos arrastra a la autodestrucción. Lo de auto se preguntarán por qué, pues porque basta ya de mirar hacia un lado, si todos miramos en la misma dirección puede que la situación de opresión cambie, o por lo menos, intentaremos recuperar algunos derechos que otros compañeros por desgracia ya no podrán luchar junto a nosotros por conseguirlos.
No sería justo decir que “cada uno posee lo que se merece”, pero las tablas están ahí y los números que las engrandecen más presentes todavía. Metáforas a parte, hace apenas unos meses se pudo dar un giro a la situación actual pero por miedo a un futuro incierto se apostó por lo mismo. “Amarillismo”, esa es la palabra. Los derechos de los trabajadores terminan en el momento que se apuesta por este modelo, el modelo del conformismo, el modelo de ‘no a la opinión libre’, el modelo… del que apunta cuando la empresa quiere disparar.
El ambiente es deprimente. Más de un “relucido”, que no es más que cualquiera de nosotros, que comparte vestuario a nuestro lado, que come en la misma mesa del comedor junto a todos, que nos da un golpecito a la espalda e incluso, se hace llamar COMPAÑERO, no tiene la categoría ni de compañero ni de nada.
La hipocresía está a la orden del día, se puede deducir  por el grado de adulación existente en estos tiempos de crisis, por lo que parece va a seguir “vigente durante mucho tiempo y en aumento”. Cuidado.
Lo malo de este asunto, es que cientos de trabajadores estén desunidos, y en el peor de los casos coaccionados por órdenes que provienen de arriba. Si me lo consentís voy a permitirme el lujo de citar a Karl Marx, quien luchó por los derechos de los trabajadores y sobre todo… por su coalición. Como éste diría: “La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.”

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