viernes, 11 de febrero de 2022

CGT INFORMA 11-02-2022

“¿acuerdo o derribo?”

El martes pasado la empresa convocó una reunión de la Comisión Negociadora para contarnos el acuerdo al que habían llegado con UGT. Y decimos “contarnos”, porque la empresa en ningún momento nos ha hecho entrega del texto con la redacción del acuerdo. Ni a nosotros, ni por supuesto, a los trabajadores que se verán afectados por las condiciones económicas y laborales que se han pactado.

Ese oscurantismo puede llevar a interpretaciones erróneas o interesadas, en la que cada uno “cuenta” la historia como mejor le parece. Y como ha ocurrido en otras ocasiones, acabe pasando que: “donde dije digo, digo Diego”.

Resulta extraño que no se quiera dar a conocer la redacción de un acuerdo que va a regular las condiciones de trabajo durante los próximos 5 años. Seguramente durante muchos más años. Solo hay que hacer un pequeño repaso a los últimos Convenios para darse cuenta de que difícilmente se van a volver a recuperar aquellos derechos que ahora se pierdan.

Por lo que pudimos ver, lo que se ha firmado no es un acuerdo, es el derribo de las actuales condiciones laborales. Es la entrega de muchos de los derechos y condiciones laborales que se conquistaron en las décadas de los 80 y 90.

En 1981, se consiguió no trabajar los sábados. El año anterior se había hecho huelga todos los sábados que la empresa había programado. En 1989, cuando muchos de los que ahora trabajan en esta empresa aún no habían nacido, se consiguió instaurar en esta empresa una jornada diaria de 7 horas 45 minutos. En 1998 se estableció “una Comisión Paritaria para establecer una Mesa de Trabajo que estudie fórmulas que permitan una reducción gradual de la jornada hacia las 36,5 horas semanales”. Ahora quieren hacernos volver a las 40 horas semanales y a los sábados obligatorios.

Si alguien piensa que en aquella época en este país se ataban los perros con longanizas y que esta empresa nos regalaba los derechos porque es muy buena, que le eche un vistazo a la hemeroteca.

Quienes en aquella época lucharon por conseguir mejorar sus salarios y sus condiciones de trabajo, ven ahora como sus hijos están a punto de perder lo que ellos consiguieron con años de sacrificio, lucha, huelgas, sanciones y despidos.

Que se dejen de eufemismos y lo digan claro. Quienes hablan de contención salarial, lo que en realidad están diciendo es que van a recortar nuestros salarios. Todo lo que no sea consolidar nuestra masa salarial, como mínimo, al mismo nivel que lo haga el IPC, supone la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios.

Este acuerdo supone un enorme retroceso en salarios y derechos. Deberán ser los trabajadores, en última instancia, quienes tendrán que ratificar en referéndum, con su voto, libre, directo y secreto, como se ha hecho durante los más de 45 años de vida de esta factoría, si aceptan o no un acuerdo que supone una vuelta a condiciones laborales incluso inferiores a las que teníamos en los años 90.


SOLO HAY UN CAMINO:

DIGNIDAD Y LUCHA

Almussafes, 11 de febrero de 2022