jueves, 29 de septiembre de 2011

EL DEFRAUDADO VOTO DEL SEÑOR CAYO

Artículo de opinión de Antonio Pérez Collado, Secretario General de CGT-PV, publicado hoy en Levante-EMV

“EL DEFRAUDADO VOTO DEL SEÑOR CAYO”
 Miguel Delibes, el gran maestro la literatura castellana, escribió una preciosa historia sobre el disputado voto del señor Cayo, uno de los dos habitantes de la olvidada aldea a la que llegan los candidatos de las primeras elecciones democráticas para intentar arrancar su voto. Subyace en esa novela una crítica socarrona al oportunismo de los profesionales de la política y a la rapidez con que se adapta la recién legalizada izquierda a los nuevos tiempos y, pese a mantener el pantalón de pana y la barba, olvida sus históricas reivindicaciones y abraza postulados de consenso que hoy han acabado por ser puro y duro neoliberalismo.

Es difícil imaginar que aquel escéptico señor Cayo de 1976 tuviera hoy alguna duda sobre qué hacer frente a los patéticos y falsos programas electorales, después de haber visto durante casi cuarenta años a los representantes del pueblo olvidarse de todas sus promesas y gobernar contra ese mismo pueblo que los vota. No hace falta remontarse a los Pactos de la Moncloa para ver como partidos, en teoría antagónicos, olvidan sus programáticas diferencias y se ponen de acuerdo para que la cosa funcione en el sentido que los que siempre mandan (banqueros y grandes empresarios) han sugerido; bastará con limitarnos a repasar el papel que los grandes partidos han jugado en la última legislatura.

PP y PSOE, Rajoy y ZP/Rubalcaba, han podido estar a caer de un burro en su lucha por dominar las encuestas de intención de voto, pero cuando el Banco Europeo o el FMI han marcado una ruta, que siempre pasa por congelación salarial, flexibilidad laboral y recortes presupuestarios (muy principalmente en servicios sociales y empleo público) han aparcado sus aparentes diferencias y han defendido a pies juntillas las políticas ordenadas por los amos.
Ni ante salvajadas tan gordas como la reforma de las pensiones, el recorte salarial a los funcionarios, el abaratamiento del despido o la apresurada reforma de esa Constitución que no se podía tocar bajo ningún concepto, hemos notado la menor fisura en lo que ya se llama el PPSOE. Y cuando ha hecho falta apoyo de otros grupos, nunca ha faltado una minoría que, previo compromiso de alguna contrapartida, se ha unido al equipo gobernante para facilitar la aprobación de esas leyes que han sugerido los de la CEOE y la AEB.

Después de todos los procesos electorales vividos y de tanta campaña padecida, parece evidente que los partidos con alguna posibilidad de gobernar se deben a los que ponen la pasta y que los que no convencen a los detentadores de la riqueza, nunca tendrán esa pasta ni el apoyo mediático que se necesitan para ganar unas elecciones o tener algo más que un par de diputados en el Grupo Mixto.

Así que, salvo un milagro muy improbable, el día 21 de noviembre sabremos que quien realmente ha ganado las elecciones han sido los bancos y las multinacionales. Pero para los que todavía no lo tienen claro, dentro de cuatro años, habrá otra oportunidad de elegir… entre Málaga y Malagón.

Antonio Pérez Collado
Secretario General de CGT-PV